Una puerta que se abre
por Mariana, mamá de Brandon y Dalila
Ingresé a CONIN cuando estaba embarazada, por bajo peso, tenía a mi nene también con desnutrición y bueno, acá en CONIN me sacaron adelante. Después de un tiempo de estar acá en CONIN me dieron el alta, acá iba a los talleres, aprendí a tejer, es decir, me enseñaron un montón de cosas acá. Me enseñaron pequeñas cosas que uno pasa por alto pero que si no las sabe termina perjudicando a sus hijos, me enseñaron a tener más conciencia a la hora de estar con mis hijos.
Acá en CONIN aprendí a tejer tan bien que una vez que mis nenes tuvieron el alta, me propusieron en CONIN dar talleres de tejido a las otras mamás. Fue una idea que no me la esperaba porque no sabía si estaba capacitada. Fue un gran cambio porque yo antes era una más de las mamás y ahora estaba dando un taller. Yo les conté a las mamás mi historia, que había pasado por acá, que había aprendido acá a tejer, y ahora les estaba dando clases a ellas. También en CONIN comencé el curso dictado junto a OSDE “El arte de cuidar niños”, así que estoy superándome día a día. Acá en CONIN siempre me enseñaron eso, no solo conformarme con ser mamá, sino que podía superarme y ser más.
Muchas mamás seguro piensan que es una obligación venir acá, traer a los niños a los controles, pero en realidad no se dan cuenta la oportunidad que tienen, porque muchas mamás no la tienen, entonces es una puerta muy grande que se nos abre estando en CONIN. Quien la sabe aprovechar, es decir el estar acá después sabe utilizarlo en otras partes, sacarle el beneficio, o sea a partir de estar acá por tener a los hijos en bajo peso, poder además sacar el beneficio de seguir creciendo, para después poder sacar nosotras a nuestros hijos adelante que es lo principal y más importante.
CONIN nunca me suelta la mano, nunca me alejo del todo ni CONIN se aleja de mí. Es mi familia. Más allá de que yo y mis nenes ya tenemos el alta, CONIN siempre está ahí. Yo estoy muy agradecida y espero que las demás mamás se den cuenta de que no es una obligación venir sino es un gran beneficio. Es muy lindo el compromiso que le pone cada persona que trabaja en CONIN, la dedicación y el amor, con personas que no conocen pero después todos terminan siendo una gran familia.
Mariana. Mamá de Brandon y Dalila